Algo Serio.

Lo que es mío, es prestado

La concepción de las expropiaciones según distintos sectores de la sociedad venezolana ha variado con el paso del tiempo, teniendo como concepto de expropiación la transferencia coactiva de la propiedad privada al estado, por consiguiente muchos la consideran una verdadera devolución de bienes y servicios a la nación ,lo que garantizara su independencia de cualquier otro organismo externo; otros la consideran una amenaza eminente contra las bases políticas y legales que sustentan a nuestra nación, donde la propiedad privada esta en constante peligro de extinción, es una suerte de modelo acción-consecuencia que toma el gobierno venezolano para garantizar el ideal de socialismo que viene inculcando en la población desde hace algún tiempo, pero que ha colocado a la sociedad en una gran encrucijada ya que, si se quiere garantizar una justa convivencia en ley, deben respetarse los derechos ciudadanos a la propiedad privada y la pertenencia.

Las expropiaciones son una realidad que desde la “Nazionalizacion” (proveniente de un régimen autoritario e intolerante parecido al nazi utilizado por el gobierno venezolano) de empresas alimentarias, hasta complejos residenciales y turísticos, ha venido conformando una estrategia del gobierno nacional para cada día controlar de manera mas autoritaria, nuestras pertenencias y nuestra seguridad como una sociedad democrática, recortando las posibilidades de obtención de bienes y servicios ,para así vernos en la obligación de obedecer reglas que condicionan nuestra participación como individuos que buscan la mejoría de nuestro estado ; el simple hecho de despojar a otro de un bien que con sacrificio ha obtenido, es infame, ya que aunque muchas veces se le remunere aquello que ha pagado, dicha acción representa una vil compra de nuestra integridad y de nuestros derechos, ya que la política utilizada en estos últimos tiempos es la que se vende al mejor postor, si dejamos que compren y nos arrebaten sin piedad alguna lo que es nuestro ¿que será del futuro de nuestra nación?, ¿cambiaremos todo lo que hemos conseguido por un lingote de oro? O por el simple hecho de que alguien con poder decida hacerlo, no!, no debemos dejar que nos conviertan en victimas de un sistema que no ha sabido respetar la propiedad privada, los derechos de nuestros ciudadanos, y sobretodo la integridad moral hacia nuestra nación, las expropiaciones son un ejemplo mas de querer esclavizar a un pueblo que parece quedarse inmóvil ante tanta injusticia, es por esto que debemos tomar acciones definitivas ya que hoy son bienes materiales y servicios, pero mañana será la libertad en pleno, recordemos que nuestro país es como una planta en crecimiento, mientras mas la riegues con ideas progresistas , ganas de mejora , respeto a las leyes fundamentales y a nuestra constitución, mas frutos beneficiosos dará a la sociedad.
Muchos de los esfuerzos realizados en pro de la protección de nuestros bienes y seguridad social, han sido en vano y una vez mas observamos como nuestra economía decae debido a la “devolución” de dichas empresas y locaciones a las manos del estado que al parecer se las ha ingeniado para destruir corporaciones y empresas que no necesitaban de intervención alguna, sin mencionar la cantidad de personas que ahora son parte de la innumerable lista de desempleados de este gobierno, lo que trae como consecuencia el freno en materia estructural de nuestro país, nos hemos vuelto poco eficientes, por no hablar de conformidad, el estado nos maneja como a un tablero de monopolio y no nos importa, por ende debemos tomar acciones eficientes que permitan el cambio en las políticas comunistas que disfrazadas de “socialismo” el gobierno venezolano pretende implantar a nuestra sociedad, y es desde la familia que lo lograremos, inculcando valores y sentimientos de justicia a nuestros hijos, nietos, sobrinos, hermanos, etc para la lucha por el derecho mas que a la propiedad, a una libertad plena, el mundo seguirá girando cada vez mas rápido por ello debemos aferrarnos a lo que somos y tenemos y solo al empezar a valorarnos como individuales y como miembros de un colectivo que cada vez esta mas necesitado de atención, es que podremos defender propiamente lo nuestro, garantizando la vida en un país donde los bienes sean propios y no tristemente prestados.